Plaza de Plazas

Plaza de Plazas

Este año comenzó a salir en el boletín Patio y en nuestra web, La Plaza, un ciclo de notas sobre diversas temáticas de relevancia para la comunidad de FADU.

Los artículos generados fueron realizados desde el Servicio de Comunicación y Publicaciones de la Facultad, y se procuró poner en valor figuras, actividades y proyectos vinculados a nuestras disciplinas, que también fueran de interés para la sociedad en su conjunto.

Para celebrar el final del año decidimos hacer un resumen de los temas abordados durante 2023.

Primero, en marzo, cuando todavía La Plaza no tenía nombre propio, se publicó una nota sobre Julia Guarino, la primera arquitecta egresada de nuestro país, que a partir de este año tiene su espacio homenaje dentro de la Facultad. Para la ocasión se conversó con sus sobrinas nietas Helena y Liliana Guarino, quienes definieron a su tía abuela como una persona «dinámica y activa», que no solo estuvo abocada a su profesión, sino que también fue una mujer muy comprometida con su familia. De joven cuidó de sus tres sobrinos -hijos de su hermano mayor que enviudó-, mientras que de grande se hizo cargo de sus padres y de uno de sus dos hermanos, que tenía problemas de salud. Además, tuvo actividad política feminista, participó en ámbitos de lucha por los derechos de las mujeres y se desempeñó como docente de enseñanza secundaria.

Para la nota, también se sumó el testimonio de Elina Rodríguez Massobrio, docente e investigadora del Instituto de Historia de FADU, quien detalló la trayectoria arquitectónica de Guarino y su aporte profesional.

En abril, cuando abrieron las inscripciones para algunos programas de posgrado de FADU, se entrevistó a Javier Fernández y a Tatiana Rimbaud, coordinador del Servicio de Enseñanza de Posgrado y asistente académica de Facultad, respectivamente. Ambos reflexionaron sobre el crecimiento que viene teniendo la oferta académica para egresados, egresadas y profesionales del sector. Contaron, entre otras cosas, que durante 2023 hubo 17 programas de posgrados completos y 30 cursos de Educación Permanente.

Resumieron que el crecimiento del Servicio fue «exponencial» en «relativamente pocos años», y no dudaron en afirmar que «seguirá creciendo».

En mayo, le pusimos nombre a La Plaza. También gráfica para ilustrar las notas y las redes. En la primera edición los libros fueron los protagonistas al celebrarse el 26 de mayo: Día Nacional del Libro. Conversando con estudiantes, egresados y funcionarios de FADU, nos enteramos que hay personas que antes de empezar a leer un libro, juegan con las páginas, recorren rápidamente el texto de principio a fin o abren algún pasaje al azar, y recién al finalizar el ritual terminan de definirse. También están quienes al finalizar un libro se entristecen o tienen una sensación de «gran vacío».

Finalmente, confirmamos que cada vez más se opta por leer libros digitales o se recurre a plataformas electrónicas que faciliten la lectura. Es así que los libros nunca dejarán de estar presentes en nuestras vidas.

Luego, en junio, fue el turno de conocer más de cerca el Museo Casa Vilamajó, la propiedad construida en 1930 por el arquitecto uruguayo Julio Vilamajó, para vivir junto con su esposa y su hermana. La directora ejecutiva del Museo, Mónica Nieto, y la secretaria académica del lugar, Ana Campanella, recibieron a La Plaza y la acompañaron por una recorrida por los cinco niveles de la propiedad. Compartieron que hasta allí llegan visitantes del área de las artes o la arquitectura, pero también personas con otros intereses bien diversos. En su opinión, más allá de esa diversidad de visitantes, al final «el tema del espacio, la arquitectura y el patrimonio» es lo que convoca a quienes llegan a la casa.

Entre julio y agosto, nos pasamos conversando con integrantes de la comunidad de FADU. En julio, en vistas a la realización de un nuevo Curso Taller de Formación en Extensión, entrevistamos a varios estudiantes que llevaron adelante sus primeras experiencias de Extensión. Mientras que en agosto, en la previa a la Noche de la Nostalgia, indagamos en los recuerdos de quienes integran la comunidad de Facultad. Si bien, es difícil de resumir tanta nostalgia, la convivencia que se genera en la época de estudiar, es de lo que más se extraña con el paso del tiempo.

Del 11 al 13 de octubre se realizó en FADU, el encuentro anual de la Asociación de Escuelas y Facultades de Arquitecturas Públicas de América del Sur, el Arquisur 2023. Por este motivo, en setiembre, La Plaza se dedicó a conversar con Carlos «Tito» Acuña, decano de Facultad de Arquitectura entre 1992 y 1997, cuando se hizo el primer Arquisur, en Salto, en 1992. Entre otras cosas, detalló que cuando recién se formó la asociación estaba conformada por 15 escuelas y facultades de arquitectura de cuatro países, mientras que en la actualidad está integrada por 33 instituciones públicas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Recordó que el origen se dio en un contexto en el que los países de región salían de vivir en situación de dictadura y las sociedades había quedado muy fragmentadas, por lo que primaba la «necesidad de trabajar en conjunto». Unión que se ha mantenido desde hace más de 30 años.  

En el mes de octubre arrancamos una nueva edición de La Plaza definiendo a las personas emprendedoras de nuestro país como «pasionales, entusiastas y jugadas». Y señalamos que, a las dificultades naturales de emprender, estaban quienes le suman la complejidad de desarrollar proyectos sustentables. En la actualidad hay estudiantes, docentes y egresados de FADU que asumieron el riesgo y crearon sus propios emprendimientos que fomentan la economía circular. Hablamos con algunos emprendedores para conocer sus experiencias, los obstáculos a los que se enfrentaron y el crecimiento que han tenido en un mundo que permite conjugar distintas pasiones a la vez.

En noviembre volvimos a recorrer un espacio cultural gestionado por FADU. En este caso, se trató de la casa-estudio Kalien, construida por otro arquitecto uruguayo: Mauricio Cravotto. Allí vivió con su esposa y con uno de sus hijos, Antonio Cravotto, quien también fue arquitecto y estuvo vinculado a la Universidad de la República. En la casa, que todavía está en obra y lo estará por un tiempo más, fuimos recibidos por las arquitectas Laura Cesio y Soledad Cebey, así como por la archivóloga Eliana Torterolo. En la recorrida vivimos un viaje al pasado en una propiedad que tiene mucho futuro, ya que funcionará como archivo arquitectónico de los Cravotto, como casa museo y como espacio de reunión para estudiantes del Grupo de Viaje de Arquitectura Rifa.

Para cerrar el año, decidimos invitar la comunidad FADU a que proponga ideas y temáticas que quiera ver en La Plaza en 2024. Porque volviendo al origen, nuestro objetivo es trabajar sobre asuntos que comunidad considere relevante. Con gusto recibiremos sus inquietudes en patio@fadu.edu.uy bajo el asunto Plaza 2024.

Publicado por | 26 de diciembre de 2023 - 11:03 | Actualizado: 29 de enero de 2024 - 14:26 | [pdf]PDF[/pdf]

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Lugar de encuentros infinitos

Lugar de encuentros infinitos

Es agosto y la nostalgia en Uruguay se agudiza. Las radios se inundan de temas clásicos y abundan las reuniones y fiestas de los recuerdos. En La Plaza* nos sumamos a la ola nostálgica que se genera en torno a cada 24 de agosto y conversamos con quienes fueron estudiantes en distintas épocas. Les preguntamos qué les da nostalgia de esos años y, aunque estudiaron distintas disciplinas en momentos diferentes, las respuestas tienen mucho en común.

Valentina Levrero entró a la Licenciatura Diseño en Comunicación Visual (LDCV) en 2010 y desde entonces nunca se fue de la FADU, porque comenzó a ejercer la docencia y en la actualidad da clase de Tipografía 3 y 4, así como de Diseño de Comunicación 1 y 2. «Lo que más extraño son las largas jornadas de trabajo en equipo, con amigos», reflexionó al ser consultada sobre los recuerdos que se le vienen a la mente de la época de estudiante. Contó que al ser la mayoría de las entregas en equipo pasaban «muchísimas horas trabajando juntos». «Es una época en la que, además de aprender sobre la disciplina, te hacés muchos amigos porque te ves todos los días», resumió con nostalgia. 

Lo mismo valoró con el paso del tiempo Franco Pacilio, quien ingresó a la Escuela Universitaria Centro de Diseño (EUCD) en 2016 y egresó en 2023. Sin dudarlo comentó: «Lo que más extraño es la convivencia». Y amplió: «La convivencia entre los alumnos, en los salones, en las clases. Los trabajos grupales, el sentarse en las mesas de los pasillos a digramar, a sacar adelante las ideas, a proyectar el trabajo, a compartir las ideas». Asimismo, reparó también en la convivencia que se daba entre estudiantes de diversas edades. Destacó que, a pesar de la diferencia de experiencias, compartían el mismo sentimiento: «hay que sacar esto adelante».

Pero la estima por las amistades que se generan en épocas de estudiantes no es de ahora. María Carmén Brusco Payssé entró a Arquitectura en 1974 y se jubiló hace cinco años, habiendo trabajado toda su vida en el ámbito independiente. Al consultarla sobre qué le genera nostalgia de la época de estudiante, exclamó «aaah» y agregó: «Es difícil esa pregunta porque yo hice toda la facultad en época de Dictadura, entonces lo que valoré fue a los compañeros, las amistades que uno se hacía». Sostuvo que en aquel momento había «cierta rebeldía» entre estudiantes, pero no les quedaba otra que «seguir adelante» con la carrera, porque no sabían cuántos años tendrían que esperar para que la situación cambiara. Para la arquitecta retirada, la Dictadura cívico-militar condicionó la calidad de la educación. Indicó que algunos de los profesores que tuvo no eran los que les hubiera gustado tener. «Los que nos hubiera gustado tener estaban fuera de la Facultad, los habían echado, pero bueno, se cosechó lo que se pudo». Al indagar sobre qué docente le resultaba interesante y no lo pudo tener, mencionó al arquitecto Mariano Arana, recientemente fallecido.

Brusco también recordó con mucho entusiasmo el viaje de Arquitectura, el que hizo en 1981. A diferencia de lo numerosos que son los grupos ahora, en esa generación viajaron unas 30 personas, incluidos los acompañantes. En la actualidad se siguen juntando con los compañeros de grupo y continúan recordando con nostalgia muchas anécdotas.

El arquitecto y docente de Proyecto en el Taller Articardi de FADU, Jorge Casaravilla, también dijo recordar con nostalgia «el ambiente de la facultad», aquel que se vivía en los talleres «como lugar de intercambio intenso, no sólo de arquitectura». Asimismo, se referió a un aspecto particular del grupo de viaje.

Ingresó a Arquitectura en 1990 y viajó en el 2000, y no dudó en afirmar que lo que más le gustó fue «la previa del viaje». Donde la venta de rifas no se hacía mediante tarjeta de créditos, sino en efectivo, por lo que «había que andar trillando mes a mes» para cobrar. «Tenía su parte estresante, pero también su parte linda, porque muchos de los que te compraban esperaban que fueras a cobrarles para charlar un poco o para tirarte pirques, y tenías la oportunidad de seguir convenciéndolos de que estaba muy bien lo que estaban haciendo apoyando la rifa. Era muy lindo eso», resumió Casaravilla.

El divulgador de temas patrimoniales Ramiro Rodríguez Barilari, también recordó con alegría el viaje en grupo, como una experiencia que lo influenció fuertemente, tanto que se dedicó a la fotografía especializada en arquitectura. Comenzó a estudiar en 1986, viajó en 1993 y abandonó la carrera en 1994.

Consultado sobre qué le despierta nostalgia del momento en que estudiaba, detalló: «Los encuentros infinitos en los pasillos y corredores. Las situaciones de entrega artesanal donde había tinta china y acuarelas, mesas inclinadas, muchas lámparas, las luces cruzando de un lado a otro […] hojas Canson, hojas de calco, el olor de la copia heliográfica, las gillettes para borrar las hojas de calco…».

En sus recuerdos Rodríguez Barilari destacó las figuras de los docentes de taller, Ángel Nogueira, por su «humildad», y la de Eduardo Folco por ser un «gran apasionado». Asimismo, rememoró las asambleas de taller, espacios de intercambio y evaluación que se generaban algunos viernes donde se cruzaban grupos de taller de distintos años, de manera que coincidían estudiantes de variadas edades e intereses. Por último, mencionó el patio, ese lugar que cumple una «función gregaria increíble, como espacio social y de confesionario».

Otro exestudiante que recordó el patio como lugar relevante para intercambio social, fue el diseñador industrial y docente de FADU de Identidad visual y Morfología, Santiago Pittamiglio. Pero no hablaba del patio con el estanque y los peces carpas de la sede central de Facultad. Hacía referencia al antiguo Centro de Diseño Industrial (CDI), actual EUCD, al que ingresó en 2008 cuando la carrera todavía no estaba integrada a FADU. 

«El edificio del CDI tenía esa cosa de casa vieja deteriorada y hogareña, cada uno tenía su rinconcito, y estaba el patio, donde se pasaban lindos intervalos y tiempos de descanso. También se hacían bastantes fiestas y las clásicas de disfraces», comentó Pittamiglio quien, además de tener un estudio con un socio, diseña juguetes en madera con su pareja.

Lo que más nostalgia le da de lo que vivía en la casona es: «Estar con amigos, haciendo trabajos específicos, proyectos, enfrentándonos a cosas que no conocíamos».

La arquitecta Carina Strata vivió la facultad de diversas maneras: como estudiante, docente y asistente académica durante trece años. Es de la generación 93 y estar desde entonces vinculada a nuestra casa de estudios la llevó a reflexionar sobre el «habitar la facultad».

«Extraño habitar la facultad. Lo extraño y se lo trato de transmitir a los estudiantes. Antes, en períodos de entrega, hasta se dormía […] El salón se transformaba casi en tu segunda casa. O el espacio exterior, el patio, las galerías. Según la época del año, el salón se expandía». El concepto de segundo hogar en su caso tenía mucha fuerza porque vivía en Lagomar (Canelones), por lo que entre clase y clase permanecía ahí. Sin embargo, reconoció que los estudiantes de ahora son «más pragmáticos» y «cuidan más el sueño» al organizarse de otra manera y no pasar tantas horas dentro de la FADU.

Ya sea, con más horas de sueño o con menos, conocer a otras personas con intereses y objetivos similares, seguramente siga siendo a futuro lo que más añoren egresados y egresadas al terminar sus carreras en la FADU. El tiempo lo confirmará.

*La Plaza es un ciclo de notas sobre temáticas de relevancia para la comunidad de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU), con el objetivo de compartirlas puertas adentro y difundirlas puertas afuera, y de aportar nuevas miradas a la esfera pública. Esta línea editorial, llevada adelante por el Servicio de Comunicación y Publicaciones de la FADU, procura poner en valor figuras, propuestas, actividades o prácticas académicas específicas de nuestras disciplinas que puedan convocar el interés de la sociedad en su conjunto.

Publicado por | 15 de agosto de 2023 - 00:24 | Actualizado: 11 de septiembre de 2023 - 15:12 | [pdf]PDF[/pdf]

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