Casa Vanna Venturi & Guild House. Forma y símbolo en Venturi
Por Arq. Pablo Canén

 

Casa Vanna Venturi. Fotografía GV Gen´06. Pablo Canén

Casa Vanna Venturi. Fotografía GV Gen´06. Pablo Canén

Los estudiantes del Grupo de Viaje de Arquitectura han tenido oportunidad de visitar, brevemente, la ciudad de Filadelfia del Estado de Pensilvania, Estados Unidos.  Ésta, es la ciudad natal del Arq. Robert Venturi, Premio Pritzker en 1991. Sin embargo, sus aportes, datan de épocas anteriores; y podremos ver, a través de dos obras concretas en esta ciudad, como sus intereses se tensionan entre el campo formal, y el campo simbólico.

Concretamente, hablamos de la Casa Vanna Venturi  (1962-64) en un caso, y de la Guild House (1960-63) en otro.

Lo interesante, es observar ambas obras, como manifiestos construidos, por anticipado, de su producción teórica. Por una parte Complejidad y contradicción en la arquitectura (1966) y seguidamente Aprendiendo de las Vegas (1972).

En la vivienda desarrollada para su madre hace ya medio siglo, podemos constatar muchos de los recursos formales que serían adoptados prolíficamente por las corrientes de “posmodernas” de la arquitectura. Pero principalmente, constituía un comentario irónico a la reproducción acrítica de algunas lógicas formales del movimiento moderno.

La casa, a primera vista, parece una sumatoria de episodios domésticos, prototípicos, que resulta de la acumulación de imágenes de lo que una “casa” debería ser. Así, se exagera el ícono de la chimenea, se pronuncia el acceso, se refuerza la idea de la cubierta a dos aguas y sus ventanas; al menos una de ellas parece una ventana (la que dibujaría un niño en su cuaderno).

Naturalmente, la ortodoxia moderna, en su proceso abstraccionista, había desdibujado ciertos relaciones de la experiencia doméstica; aquí Venturi, desde la cultura arquitectónica, intenta recuperarlas. Como lo declaraba en la introducción de Complejidad y contradicción, esta obra es un suave manifiesto en favor de una arquitectura equívoca (ambigua). Aquí Venturi coloca elementos híbridos en lugar de puros, distorsionados en lugar de rectos, ambiguos en lugar de articulados. Así vemos como el hastial de la casa está partido por la mitad y la hendidura descansa en un dintel a través del cual el arquitecto ha delineado el trazo de un “arco” como símbolo. A su vez, su simetría general engaña; la composición tiene dos mitades conceptuales; no obstante, a la izquierda vemos una un vano cuadrado, y sobre la derecha la ventana corrida lecorbusieriana. Así la casa es compleja y simple, consiguiendo la “difícil unidad” con un número medio de partes diversas.

A su vez, su juego formal remite también a la tensión exterior – interior. La planta en parte refleja cierta simetría general, pero sus variaciones programáticas se vislumbran, justamente, por los vanos de fachadas. Tal vez, la inflexión más radical se nota en su núcleo central, en donde escalera y chimenea compiten. Si bien la estufa, juega un rol “tipológico” wrightiano, carece de un papel sagrado. A su vez la escalera, se retuerce y no ofrece nada similar a una prístina claridad moderna. Al mantener la autonomía de las partes, el proyecto recurre para su resolución a las diagonales y cortes abruptos. Así, la escalera se retranque para generar un atrio de acceso, que en su manifestación de fachada, no da cuenta de la verdadera escala del inmueble (que parece más pequeño en libros, que en una visita al sitio). Como declaraba Rafael Moneo, no podemos escapar de una red de objetos icónicos, conocidos. Así pues, la libertad está en el montaje de las piezas. Esa estrategia de montaje, no es otra que la que había aprendido en Roma de la arquitectura barroca y manierista.

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Guild House. Fotografía GV Gen´06. Pablo Canén

Si en cambio, visitamos la Guild House, veremos algunas claves comunes, pero también observaremos la inclusión del mensaje heráldico, de un claro juego de símbolos de contenido semántico específico. Aquí, tenemos el anticipo de posiciones próximas a las exploradas en Aprendiendo de las Vegas (el simbolismo olvidado de la forma arquitectónica). Por una parte, las referencias provienen del vernáculo comercial norteamericano; a su decir, el decidido uso de los Feo y Ordinario por contraposición a lo Heroico y Original moderno. Por supuesto, esta aprehensión del paisaje existente, era parte del programa de un arquitecto revolucionario. He aquí, la verdadera modernidad para Venturi. El juego sería pues, la recurrencia a elementos convencionales de un modo no convencional.

La presencia del gran cartel, no es otra cosa, que una manifiestación prematura del modelo conceptual del edificio decorated shed o tinglado decorado. Aquí el mensaje, se aplica independientemente de la forma global. No obstante, Venturi toma una inteligente estrategia compositiva: si observamos las planta veremos como su geometría se retranquea, reduciendo el área de la fachada frontal, dando un gran protagonismo al letrero que anuncia la Guild House. En 1972, en Aprendiendo de las Vegas, y sintonizando epistémicamente con aquella publicación, los autores analizaban esta situación desde el punto de vista semiológico. Así comentaban como el mensaje denotativo de Guild House, confrontaba con el connotativo: si bien la gran tipografía podría implicar cierta jerarquía, contrastaba con sus colores, que daban cierta impronta popular, dando a fin de cuentas un carácter comercial; de igual manera, el ladrillo de la fachada, jugaba a estos dos niveles, pues mientras su presencia denota un espíritu decorativo, connota, por su composición, niveles de plantas asociados como en un palacio renacentista; por otro lado, las guillotinas de las ventanas denotan su función, pero connotan una domesticidad ordinaria, etc. De esta manera, Venturi retoma cierto eclecticismo, que le permite recuperar, a su decir, cierta carga simbólica. El elemento insignia en este sentido, será la inclusión de una antena de TV en el remate, vulgar por su función, pero monumental por su posición central y su coloración dorada, este es un símbolo tan contemporáneo como adecuado para la identificación significativa de su público: veteranos solitarios de la tercera edad.

Tanto en sus obras, como en su producción arquitectónica, Robert Venuri y su socia y esposa Denise Scott Brown se desplazan del campo de las formas al campo de lo simbólico; y aunque la historia demostró que la forma no ha muerto, su búsqueda teórica fue lo suficientemente relevante como para influir a varias versiones de la posmodernindad, llegando incluso a nuestros días. Al apreciar estos dos edificios, es bueno, tanto disfrutar de su arquitectura, como recordar su legado al pensamiento disciplinar.

Referencias:

MONEO, R. (2004) Venturi & Scott Brown. En: Inquietud teórica y estrategia proyectual en ocho arquitectos contemporáneos, ACTAR, Barcelona.

VENTURI, R. (1974). Complejidad y contradicción en la arquitectura. Barcelona: G. Gili.

 

Publicado por | 9 de mayo de 2015 - 13:58 | Actualizado: 28 de mayo de 2015 - 18:04 | PDF

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