Paisajes blancos
Por Ryuji Fujimura

Los jóvenes arquitectos japoneses después de SANAA (extracto).

Foto: Sou Fujimoto. House N, 2008. www.archdaily.com. Photographer: Iwan Baan.

Para comprender a la generación de arquitectos japoneses posterior a SANAA, resulta útil remontarse a 1995. Fue el año en que SANAA empezó a colaborar en el proyecto de la Multimedia Factory, y en el que Toyo Ito y FOA ganaron, respectivamente, los concursos para la Mediateca de Sendai y la Terminal de Yokohama. Para los japoneses fue también un año inolvidable por otros motivos, más trágicos, debido al gran terremoto de Kobe y al ataque indiscriminado con gas sarín en el metro de Tokyo. Por otro lado, ese mismo año se lanzó el Windows 95, y el uso de Internet comenzó a generalizarse. En 1995, las infraestructuras físicas tradicionales, antes sólidas, empezaron a revelarse débiles, conforme las nuevas infraestructuras virtuales comenzaban a instalarse por doquier.

Remontándose más atrás en la historia de la arquitectura japonesa, resulta adecuado detenerse en el año 1970, que fue tan importante, al menos, como 1995 o 1945. 1970 fue el año de la Exposición Universal de Osaka, en la que Kenzo Tange y los Metabolistas desempeñaron un papel de relevancia, aunque los resultados de la muestra, en general, acabasen siendo decepcionantes. Al mismo tiempo, el crecimiento económico de Japón llegó a ser tan alto que los arquitectos por cuenta propia y los pequeños estudios no daban abasto para atender las demandas del sector inmobiliario, lo que a la postre dio pie a que las grandes consultoras se hiciesen con el mercado. Fue en ese contexto en el que Arata Isozaki apostó por la “retirada de la ciudad”, marcando el paso a los arquitectos de su generación, que acabaron distanciándose de la cuestión social para centrarse, de manera estratégica, en encargos de casas particulares. Tal fue el caso de Kazuo Shinohara, Tadao Ando y Toyo Ito.

Después de los sucesos inolvidables de 1995, los arquitectos volvieron a plantearse los principios de la disciplina. El concurso para la Mediateca de Sendai, presidido por Arata Isozaki, fue uno de los hitos fundamentales de este debate teórico, del que se derivó, al cabo, una nueva manera de hacer. A partir de entonces, muchos arquitectos empezaron a interesarse en temas relacionados con cuestiones físicas. SANAA y la última generación de arquitectos japoneses, desde Sambuichi a Hasegawa, crecieron en este contexto, en el que los proyectos no se explicaban por su relación con el entorno social, sino por su manera de tratar otros aspectos mas “originarios”, como la percepción del espacio o el sentido físico de los materiales.

El último hito en este decurso genealógico coincidió, de nuevo, con una tragedia: el gran terremoto de 2011 y el desastre nuclear de Fukushima, que han sido la causa de los problemas más importantes del Japón actual, problemas que han devuelto a los arquitectos a su antiguo rol de agentes capaces de resolver problemas sociales. Este es el contexto en el que Atelier Bow-Bow, MIKAN y otros jóvenes están desarrollando su trabajo. Después de más de 40 años, los arquitectos japoneses regresan a la ciudad.

Fujimura, Ryuji . Paisajes blancos. En Arq. Viva Nº 142. Ed. Arquitectura Viva SL, Madrid, 2012.

Publicado por | 23 de mayo de 2013 - 14:59 | Actualizado: 29 de mayo de 2013 - 04:23 | PDF

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