La Romanza se manifiesta en una búsqueda de conexión con lo que no se sabe, con esa dimensión que no sabe de tiempos ni espacios. Para Zumthor, la música siempre está de fondo, nos llega sin mediación. El mundo hoy está lleno de música que nos alcanza inconscientemente, tiene la capacidad de ir directamente a tu corazón, la arquitectura, posee el mismo efecto cuando llega a tí.
La experiencia de los espacios resuenan en algún lugar del cuerpo, no se sabe bien dónde, pero en ese entonces se trata de entender la escena, los sonidos, los aromas, las texturas, porque lo que más interesa es el espacio emocional, como una atmósfera, para crear espacios y capturar esa esencia. Así como los instrumentos musicales, la arquitectura del paisaje es capaz de producir y propagar sonidos. Tener conocimiento consciente de esta cualidad en la arquitectura abre una gama de posibilidades en beneficio de la obra y la experiencia espacial.
Éstos escenarios, tienen la capacidad de ser un espacio de seducción, donde ocurren una infinidad de sucesos tan sutiles y cotidianos, como únicos y trascendentales. Finalmente, serán escenarios de la vida humana.
Deberemos abrir nuevos caminos para llevar la obra arquitectónica a horizontes y experiencias que nos permitan cultivar bienestar, construcción social, y hacer el esfuerzo de imaginar cómo es percibido el mundo desde las emociones.
La construcción de un paisaje entendido como fenómeno cultural, será el instrumento esencial para la transformación de esta experiencia en un huella urbana.
La búsqueda proyectual parte de “escuchar a la preexistencia”, visualizar las distintas formas de habitar, para fomentar y crear nuevos escenarios, desde la recuperación, la protección, el activar y conectar. Que logre a futuro el desarrollo sostenible y un sentido de apropiación. La relación entre las actividades que se crean entre el espacio público y el agua, se configuran a través de espacios heterogéneos, de diversas actividades y juegos sensoriales que nos posibilita el medio con el cual nos relacionamos y que a su vez, transmitan la riqueza paisajística.
El proyecto paisaje busca restablecer el vínculo entre las personas con el espacio público, el agua y su entorno natural, fomentando la propia identidad cultural del sitio en una composición en permanente transformación.