Eje temático 5: Patrimonio y capitales culturales

Docente referente: Ernesto Spósito

En una interpretación de la historia como un proceso donde dominan continuidad o crisis, según quieran acentuarse permanencias o cambios, el sistema de relaciones en lo urbano y en lo territorial está sometido inexorablemente a una constante mutación, donde la conservación del patrimonio y las ambiciones de crear expresando cierto tipo de contemporaneidad se pueden ver como aparentes antagonistas. Sin embargo, tal como reclama Aldo Van Eyck, para que objetos y espacios posean profundidad temporal y perspectiva asociativa, “pasado, presente y futuro deben estar activos en el interior de la mente, como un continuum”.

En la actual noción de patrimonio cultural se percibe una evolución cuyo resultado más notorio es la ampliación de sus campos de interés (que incluyen muy diversas expresiones del patrimonio material e inmaterial) y los tipos de acciones involucradas (donde el patrimonio ya no sólo se conserva, sino que también se celebra). Este concepto parte entonces de un cambio de mirada, donde el patrimonio además de comportar como una herramienta para la búsqueda de identidad (y también de las relaciones que desde allí habitualmente se establecen con la tradición, la conservación y la continuidad) es también un instrumento para repensar nuestras relaciones con distintos contextos étnicos y poblacionales y, desde allí, generar los nuevos estratos que harán al patrimonio futuro, o más sencillamente para construir el futuro.

El patrimonio también es una manera de mirar y construir un relato. Los hechos (elementos inmateriales, edificios, espacios urbanos, territorios) no cambian tanto en sí como nuestra forma de observarlos e interpretarlos. La Ville Savoie (así como también otras obra de Le Corbusier), que fue vehículo y símbolo de modernidad y vanguardia, hoy es objeto de valoración patrimonial. Y no es el pasaje del tiempo el que asigna esa trascendencia, ya que muchas otras obras contemporáneas no son objeto de esa misma consideración. Tampoco es la mera autoría la razón para el reconocimiento y perduración de la validez de ese bien. La valoración patrimonial es una construcción más sutil, rica y compleja, donde intervienen múltiples factores y el intérprete no es sólo un mero observador.

Como resultado de este posicionamiento, el patrimonio ha dejado de ser un tema manejado casi exclusivamente desde el saber experto (los “restauradores”, los “patrimonialistas”) para convertirse en un referente colectivo. En este marco, el viaje de estudios ofrece una oportunidad única que permite la asociación de múltiples elementos tangibles e intangibles, como parte de una cultura integral. Hablamos de una visión sistémica donde actúan y se integran nuevas dimensiones y escalas del patrimonio.

El viaje nos propone ser sus intérpretes.


Entrega de avances de trabajos, fase pre-viaje, de los estudiantes del grupo de viaje:

Publicado por | 21 de marzo de 2013 - 04:20 | Actualizado: 19 de abril de 2013 - 01:23 | PDF