VIVIENDA ROGLIA

A diferencia de la vivienda Pellegrino, esta casa se encuentra en un terreno profundo de quince metros de ancho. García Pardo decide recostarse sobre la medianera sur aprovechando la orientación y dejando un pasaje luego destinado a la entrada del automóvil. La vivienda se resuelve en dos niveles, de un modo convencional, con las estancias íntimas en el nivel superior, el living-comedor al frente y la cocina y cuartos de servicio al fondo.

Una amplia galería rodea el frente y el costado norte, proporcionando un estar sombreado para los meses calurosos. Como en la vivienda Pellegrino, García Pardo vuelve a utilizar los techos a dos o más aguas cubiertos de tejas y fachadas que alternan ladrillo y revoque. Las aberturas se enmarcan en arcos rebajados; algunas poseen también rejas decorativas y balcones con balaustres. En el interior, que se conserva en muy buen estado, destaca la carpintería y el diseño de las estufas a leña.