COLEGIO SAN RAFAEL

Realizado para la Asociación Misioneras de los Pobres, el colegio se ubica en un amplio predio de cincuenta metros de frente y más de doscientos metros de fondo. Allí existía, desde 1938, una capilla en cuya ampliación García Pardo trabaja aproximadamente en 1944. A partir de allí, realiza diversos proyectos: el colegio, la vivienda de los hermanos y finalmente, el convento, proyectado con Sommer Smith en 1956.

El colegio es una obra de modestas dimensiones. Con planta en forma de L, se resuelve con tres salones de clase, que luego se amplían a seis con una planta alta, y un salón de actos ocupando el lado sur de la L. Destaca en la composición de su fachada la amplia vidriera del hall de acceso (luego modificada) y la articulación entre este espacio y el ala de los salones.

Al igual que otras obras contemporáneas (edificio San Martín, vivienda Arboleya) este edificio adopta un cierto racionalismo que se aleja definitivamente del lenguaje empleado en sus chalets y en las obras religiosas de principios de la década de 1940.