SANATORIO AMERICANO

Este texto fue extraído del catálogo de la muestra “Roman Fresnedo Siri”, realizada en 2013 por el IHA-FADU.

El Sanatorio Americano pertenece a una década en que el arquitecto proyecta varias de sus obras principales. Su ubicación en una zona residencial próximo al Parque José Batlle y Ordoñez y en un terreno singular entre medianeras y con frente a dos calles traduce un cambio conceptual al integrar el programa hospitalario a la ciudad¹, situación que Fresnedo explota con gran habilidad.

El partido adoptado combina sabiamente la funcionalidad necesaria para el programa a resolver con una gran libertad formal y expresiva, denotando una actitud proyectual alejada de cualquier ortodoxia.

La planta en forma de “L” genera un espacio central a modo de gran patio-jardín y se compone de un volumen hacia la calle Bosch buscando la orientación norte hacia donde se ubican las habitaciones y otro volumen interior recostado sobre la medianera oeste en donde se resuelven los servicios. Las circulaciones en el sector de habitaciones y los servicios que ocupan el volumen interior se vuelcan hacia el patio-jardín, exceptuando el primer piso, en una búsqueda de integración del espacio interior con el verde. El jardín se visualiza desde la entrada al edificio y se disfruta en todo el recorrido interior, el vacío es el protagonista del edificio generando una experiencia estético-espacial constante en un recurso que Fresnedo consigue también con maestría en el edificio de la Facultad de Arquitectura.

Esta composición volumétrica simple se complejiza con un juego de curvas que le quita rigidez al planteo liberando las formas en los extremos de los dos cuerpos del edificio. El cuerpo interior responde geométricamente a la direccionalidad de la medianera, orden geométrico que es transgredido en el tramo final con un juego de curvas que varían en los distintos niveles proporcionando una fachada de gran dinamismo hacia el jardín. El otro cuerpo enfrenta la calle describiendo una curva amplia que se aleja de la línea de edificación como un gesto simple de pero gran potencia que concluye conformando el acceso sobre el sector noreste del predio.

En la fachada principal recurre a una marcada horizontalidad, atípica en la lógica fresnediana, lograda mediante los antepechos que por otra parte proporcionan la privacidad necesaria a las salas de internación. La composición es tripartita, tributo a la lección de la arquitectura clásica a la que Fresnedo acude invariablemente siempre reinterpretada en clave personal. La planta baja oficia de basamento diferenciándose de los niveles siguientes por un ventaneo diferente en proporciones y despiece. El remate incluye el último nivel en donde las ventanas se transforman en un plano curvo continuo de ladrillo de vidrio y una cornisa calada que proporciona un interesante juego de luces y sombras. Hay una respuesta diferenciada a funciones diferentes, la planta baja alberga básicamente el sector administrativo, el quinto piso servicios médicos y el resto habitaciones. Lógica moderna operando en un sistema compositivo clásico. La curva dominada por las franjas horizontales se combina con una sucesión de verticales en su extremo que terminan en un plano curvo de ladrillo visto, un mural realizado por el propio fresnedo.

En el Sanatorio Americano hay ecos del expresionismo alemán, de Wright, de Aalto, pero sobre todo hay una sensible elaboración personal que equilibra situación urbana, fuertes condicionantes programáticas y la búsqueda de un lenguaje expresivo propio que se reinventa persistentemente, alejado de posturas dogmáticas.

¹ De Betolaza, Alberto. La representación moderna de las instituciones hacia 1940: el aporte de Román Fresnedo Siri. Tesina de Doctorado Conjunto en Teoría y Práctica del Proyecto de Arquitectura. 2004